Del ritual a la ciencia y de la ciencia al ritual
Una de las raíces del lenguaje computacional de códigos binarios está directamente vinculado a la poesía. Lord Byron (1788-1824), a quien Goethe describía como el poeta del presente, fue ademas un activista político ingles que llevo el romanticismo a espacios de éxtasis literario, con una fuerza propia de sus antecesores (su padre y su abuelo eran navegantes; al primero lo llamaban Mad Jack Byron (Loco Jack) y al segundo Foulweather Byron («Mal tiempo»).
Lord Byron
Formo desde la distancia y la influencia invisible en la literatura a su hija, Ada Lovelace, quien junto a Charles Babage, desarrollaron la primera maquina analítica, y a ella se le atribuye la creación del primer algoritmo destinado a ser procesado por una maquina. La madre de Ada, resentida por la ausencia del padre, la formo en las matemáticas, teniendo desde ambas fuentes una intensa influencia que combinaban el campo racional e irracional en un momento preciso de la historia de los algoritmos y la alquimia.
Ada Lovelace, retrato de Margaret Sarah Carpenter (1836)
Es entonces, el primer lenguaje computacional, concebido en un texto llamado humildemente “Notas”, heredado de una tradición literaria, que ademas, provenía de una familia acostumbrada a ir mas allá de los limites establecidos, a romper convenciones, a construir sus propias reglas en espacios de sobrevivencia, a navegar donde otros no se atreven. La relación es inevitable. Por supuesto que no es la primera forma de lenguaje orientado al calculo de datos mediante el uso de matemáticas y símbolos, mucho tienen que aportar las civilizaciones de Mesopotamia, Egipto, China, Mayas, Incas, entre otras, sin embargo, constituye el primer paso para constituir lo que hoy conocemos como “programación algorítmica”.
Notas, de Ada Lovelace y Charles Babage
La constitución de una nueva forma de lenguaje es desarrollada por una mujer, sale de la mente analítica de una persona cuya visión de mundo había sido enriquecida por un poeta vinculado a cambios de paradigma políticos, y rompe los limites de la literatura, creando un código, norma y patrón de comunicación entre humanos y maquinas.
Ada Lovelace se definía a si misma como científica poetisa, analista y metafísica. Al igual que Sir Isaac Newton, Lovelace observaba y practicaba nociones de la alquimia en sus investigaciones científicas, en un momento donde el paso entre lo considerado ritual y científico comenzaba un viaje irreconciliable, donde la división y especificidad de saberes constituían las bases de la nueva ciencia.
«Lapis Philosphicus», Isaac Newton
Ciencia y religión quedaban relegados a esquinas separadas, donde la ciencia se permitía constituir una independencia propia, luego de los desastres producidos por la inquisición al quemar una serie de tratados alquímicos que constituyen la arqueología de la ciencia moderna, hoy irrecuperables. Tal vez copias residen en bodegas del vaticano u otras reservas, aun conservandose la esperanza de recuperar algún vestigio de este momento de la historia.